Aceites y Lubricantes
La vida útil de tu vehículo puede prolongarse mucho más tiempo si utilizas el aceite de coche adecuado. Con él su motor funcionará de manera más eficiente, y sus partes se verán mucho menos dañadas por la fricción y los cambios bruscos de temperatura. Pero, ¿cómo elegir el mejor aceite para tu coche? Te explicamos lo que necesitas saber.
Tipos de aceites para coches
Los lubricantes para coche reducen la fricción natural de las piezas de metal del vehículo, evitando su desgaste. No obstante las características ideales para cada marca y modelo son diferentes, porque su mecánica interna también lo es. Por eso es esencial que conozcas las características de tu motor para seleccionar el aceite perfecto.
Aceites minerales
El aceite para vehículos tradicional está elaborado a base de derivados del petróleo. Se diseña para responder a las necesidades de los motores modernos, que cada día son más pequeños y eficientes. Existen múltiples tipos, en función de en qué aspecto esté especializada su fórmula. Destacan los siguientes:
- Aceites estándar para motores diésel o gasolina. Son aceites específicamente diseñados para paliar los tipos de daño más habituales en cada clase de motor. Además de preservar el motor, mejoran su funcionamiento y el consumo de carburantes.
- Aceites de baja presión. Estos fluidos mantienen separadas las piezas de metal, reduciendo la fricción y por ende el desgaste. Están recomendado en vehículos que se utilizan mucho, pero no en condiciones de alta exigencia.
- Lubricantes para motores 4T. Concebidos para motores de vehículos de carreras, están pensados para disminuir los daños en el motor causados por las fuertes aceleraciones.
Aceites sintéticos
Son aceites de última generación, diseñados con fórmulas químicas más avanzadas. Esto los hace más refinados y libres de impurezas que los lubricantes comunes, pero también presentan un coste más elevado. Entre los aceites sintéticos más recomendados se encuentran:
- Aceites de baja viscosidad. Los lubricantes de baja viscosidad y fricción proporcionan una limpieza eficaz al motor, protegiéndolo del constante desgaste y brindándole una mayor durabilidad. Por sus cualidades está recomendado por muchos fabricantes europeos de utilitarios, y en especial de los que usan motores de baja viscosidad SAE 0W-20.
- Aceites 100% sintéticos. Ideales para motores que cuenten con sistemas catalíticos y filtros de partículas. También pueden utilizarlo vehículos cuyos motores estén pensados para aceites de baja viscosidad.
- Aceites para motores no convencionales. Estos aceites están especialmente fabricados para cuidar los motores de coches híbridos, híbridos recargables y puramente eléctricos. También son apropiados para motores a gasolina de inyección directa o indirecta y requieran de aceites de grado SAE OW-20.
La importancia de la viscosidad a la hora de escoger un lubricante
La viscosidad es la capacidad de un fluido de resistirse al flujo; es decir, la rapidez con la que se mueve de un lado a otro. En el caso de los lubricantes para coches, se trata del espesor del aceite y de su capacidad para penetrar en los lugares donde sea necesario y mantenerse ahí. ¿Y cuál es la más apropiada en cada caso? Lo cierto es que la viscosidad puede variar mucho dependiendo de la temperatura ambiente. Sin embargo es habitual que el fabricante, en el manual de instrucciones del vehículo, recomiende un grado u otro.
Para ello debes revisar el Índice de Viscosidad. Este se clasifica, para los climas fríos, con la nomenclatura W (Winter), como 5W 0 10W; en cuanto a los climas cálidos, lo más habitual es que se señale un grado de 20, 30 o 50. Otro factor a tener en cuenta es si el aceite es monogrado (para un tipo de temperatura concreto) o multigrado (independiente del clima).
Con estos datos y la información técnica del proveedor de tu vehículo, podrás seleccionar el aceite para coches correcto para mantener en las mejores condiciones posibles tu motor.